Hay viviendas que se venden solas. Otras que por su localización o precio es el mismo propietario quien realiza la venta. Sin embargo, la mayoría necesitan del asesoramiento especializado de un agente inmobiliario. Y fotografías de interiores profesionales.
El trabajo de un asesor inmobiliario se hace especialmente importante en viviendas por encima de los 250.000 euros, donde la demanda se empieza a reducir y hay que saber cómo captar posibles compradores o inversores. Que sepa la tasación real del inmueble, cuente con una cartera de posibles compradores y ofrezca servicios profesionales complementarios.
Es también vital contar con un abogado para el papeleo, un economista para la hipoteca, un delineante que estudie la casa. Y unas fotografías que atraigan visitas, un eslabón clave en este proceso de compraventa. ¿Por qué son tan importantes?
La importancia de las fotografías
No cuidar nuestras imágenes puede significar perder dinero o la oportunidad de hacerse con leads cualificados. Son varias las razones por las que deberíamos prestar atención a su calidad.
Primero porque es son la puerta de entrada al anuncio. No hace ni 2 décadas la manera de buscar piso era recorriendo las calles buscando carteles en las ventanas, apuntando números y llamando sin saber más datos que el tamaño. La alternativa eran las páginas de anuncios clasificados en los periódicos donde, con suerte, habría algún dato más para orientarse. Pero la visita era a ciegas, muchas veces implicando descartar esa vivienda en el instante en el que se cruzaba el marco de la puerta. Todo eso implicaba un gasto enorme de tiempo en transporte, comunicaciones y visitas fallidas.
Todo eso cambió con la llegada de los portales web inmobiliarios como Idealista o Fotocasa. En poco tiempo la situación cambió completamente. De escuetos textos pasamos a anuncios con imágenes. Y si no había fotos, ni hacíamos click para entrar. Las inmobiliarias a pie de calle tuvieron que dar el salto online. Ya no sólo captarían leads cuando entraran a su local, tenían que ir a buscarlos en internet. Y para que pincharan en su anuncio, debían posicionarse y elegir una foto de portada atractiva. Una imagen mal hecha (o elegida) y el comprador se iría al siguiente anuncio.
Así que las fotos pasaron de un día para otro de ser opcionales a una obligación. Ahora son la primera visita que se hace a la casa, con la que se decide si continuar o no. Si me encaja llamaré a la inmobiliaria o al propietario. Si no, seguiré navegando.
Mejores fotos = Mayor precio
Otro factor al que no se le presta la suficiente atención es el valor percibido de la vivienda. Si la casa vale 300.000 o un 1 millón de euros se tiene que notar inmediatamente. Si surge la pregunta “¿cómo puede valer tanto esta casa?” es que las fotos no le hacen justicia. Siempre hay tiempo de bajar el precio del inmueble, pero un cliente que ha decidido pasar al siguiente anuncio no se podrá recuperar. Las fotos deben transmitir el nivel real de la casa.
Cuántas imágenes tomar
El número de fotos no es lo más importante. Cierto es que en una publicación con 5 fotos no tendremos suficiente información así como no tienen sentido aquellas en las que no se ve el interior de la vivienda. En el extremo contrario anuncios con 60 fotos. La mayoría muy parecidas o, directamente, malas.
A veces al no usar la lente correcta obliga a tomar más imágenes para compensar. No es lo que quiere la persona que está viendo el anuncio. Con un intervalo de atención de 8 segundos y bajando, no podemos darle piezas para que trate de darles sentido, no tenemos esa paciencia. Las imágenes que incorporemos deben ilustrar la vivienda, para que se entienda de un vistazo cómo es.
¿Qué fotografiar en una casa?
El reportaje debe contener vistas amplias de las estancias principales: salón, cocina, dormitorio principal, etc. También destacar aspectos como el mobiliario de la cocina o el baño. Resaltar características particulares como una chimenea o un techo de candilejas aportarán un valor diferencial.
Ayudará incorporar imágenes de las zonas comunes y garaje. Es más probable que vean las imágenes a que se lean la descripción del anuncio. Toda la información que se les pueda dar visualmente será un plus. Sobre las fotos de entorno hay más debate, entre los que creen que aporta contexto y los detractores que prefieren no dar pistas sobre la localización de la vivienda.
Personalmente, me parece importante resaltar puntos de comunicación como pasillos, entradas o escaleras. La finalidad de las fotografías no es mostrar cada ángulo de la casa, para eso están la visita con el asesor, pero sí deben dar una idea de cómo es.
Añadir detalles de rincones, calidades o iluminación natural de la vivienda, ayudará a los compradores a situarse dentro del espacio, a imaginar cómo es la experiencia de vivir en esa casa. Tienen que sentir que es la adecuada para conseguir que se decidan. Ese toque más humano puede ser el que les empuje a contactar para hacer una visita en persona.
Finalmente, los posibles compradores revisarán las imágenes una y otra vez, para recordar lo que les gustó más, lo que se les pudo pasar, cómo quedaría su sofá en esas nuevas paredes. Las fotografías están presentes desde la fase inicial hasta la final, claves en la decisión de compra. Son una inversión que retornará con creces y una herramienta que se debe descuidar. Podemos aprovechar su potencial para atraer más leads y cerrar la venta.